¿Cuánta agua se usa para generar una imagen con IA?
Cuando pensamos en inteligencia artificial, solemos imaginar avances tecnológicos revolucionarios, imágenes impresionantes generadas por IA o asistentes virtuales cada vez más precisos. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué hay detrás de estos procesos en términos ambientales? Lo que pocos saben es que generar una sola imagen con IA puede consumir hasta medio litro de agua. Sí, como lo lees.
En Jelliby apostamos por una tecnología inteligente, pero también responsable. Y por eso, hoy queremos hablarte de un tema que se está convirtiendo en una prioridad para el futuro del desarrollo digital: la sostenibilidad de la IA.
¿Por qué la IA necesita agua para funcionar?
La mayoría de las personas no asocian el mundo digital con el consumo de recursos físicos, pero la realidad es muy distinta. Cada vez que una IA genera una imagen, se activan servidores y centros de datos que necesitan mantenerse a temperaturas adecuadas para funcionar correctamente. Y para enfriar estos equipos, se utiliza agua. Mucha agua.
Según afirma Shaolei Ren, profesor de ingeniería en la Universidad de California en Riverside, generar de 10 a 50 consultas con GPT-3 consume alrededor de 500 ml de agua dulce. Teniendo en cuenta que GPT-4 es considerablemente más grande y potente, esta cifra claramente aumentaría.
Esto quiere decir que, al generar unas cuantas imágenes o textos, podrías estar utilizando el equivalente a un vaso de agua por petición. Imagina esto multiplicado por millones de usuarios a diario.
Una tecnología que debe ser consciente de su impacto ambiental
En un contexto donde la crisis climática es una realidad urgente, la sostenibilidad tecnológica ya no es opcional. Desde Jelliby creemos que es momento de hacernos preguntas importantes:
- ¿Cómo están operando los centros de datos que usamos?
- ¿Qué modelos de IA elegimos para nuestros proyectos?
- ¿Es posible optimizar nuestros procesos digitales para reducir su huella ecológica?
La respuesta es sí. Existen alternativas más sostenibles, desde proveedores cloud con políticas de cero emisiones hasta la optimización de prompts y algoritmos que demanden menos recursos computacionales.
El crecimiento de la inteligencia artificial es imparable, pero eso no significa que debamos dejar de lado su impacto. En Jelliby trabajamos con un enfoque centrado en la eficiencia tecnológica y la conciencia ambiental.
¿Es posible innovar sin dejar una huella hídrica excesiva?
La respuesta es corta: sí, pero requiere conciencia y acción. En un mundo cada vez más guiado por datos, la innovación responsable debe ir de la mano con el respeto al entorno. La tecnología no puede seguir creciendo a costa de los recursos del planeta.
Por eso, desde Jelliby apostamos por una IA eficiente, transparente y respetuosa con el medio ambiente.